Blogia
marioojeda

A propósito de Sió, el último disco del cubano Alejandro Frómeta

A propósito de Sió, el último disco del cubano Alejandro Frómeta
 

A propósito de Sió, el último disco de Alejandro Frómeta

La siempre exquisita gentileza y amabilidad de un amigo cubano enviándome la copia íntegra de Sió, el último trabajo discográfico de Alejandro Frómeta (a la sazón, su ex compañero en el extraordinario dúo “Superávit”, de aquellos tumultuosos años de fines de los 80 en La Habana, Cuba, antes del exilio de ambos en Madrid, como Vanito Brown, Boris Larramendi, y varios otros, o Yusa en Argentina), además de permitirme escucharlo y apreciarlo, dio pié en mí para una serie de reflexiones que voy a reflejar en esta crónica.

En primer lugar, es un trabajo fantástico: súper bien grabado, tocado, cantado, arreglado, producido, todo perfecto, bah, con una atención al detalle – a los pequeños detalles, debería decir-, que quien esto escribe hace tiempo dejó de prestar. Y no es un juego de valores: sencillamente, uno elige hacerlo de determinada forma. Y lo de Frómeta va por ese lado. Puntilloso, trabajado, exquisito. Un concierto de Frómeta en directo debe ser cosa seria.

Pero, a la vez, y acá empiezan los peros para mí- y no se trata de un problema de Alejandro, sino, sencillamente mío-: no le encuentro motivo a hacer un disco hoy por hoy. Algunos me dirán que sí, que es una forma de presentarse. Otros, de poder mostrar nuestro arte. Otros, que es el único elemento de difusión que nos queda a los músicos independientes, es decir, traduzco, los marginados por la industria. No conozco a nadie que, pudiendo ser contratado por una discográfica internacional, elija ser “independiente”, “indie”, como le dicen ahora.

Uno es independiente porque ninguna compañía “major”, es decir, establecida, le dio pelota. Pero, no jodas,  siempre es mejor que te contrate la Sony, por poner  un ejemplo, te dé un anticipo de regalías a cuenta de futuros discos, como para quedarte tranquilo con que no vas a tener problemas para pagar la luz, el alquiler u otras cuestiones tan elementales como comer, por ejemplo. O ir al dentista.  Y que además te pague los pasajes a vos y a tus músicos para ir a grabar a Los Ángeles o a Londres, por ejemplo,  y ya de paso hacemos turismo, queda claro. Y que después, además de abundantes presentaciones de prensa y “show cases” varios, te consiga reportajes en radio y televisión, en revistas especializadas, en revistas del corazón, en donde sea. Y que además, por supuesto, te alquile una sala para ensayar con tus músicos, y luego abonen toda la producción de un concierto presentación de ese mismo puto disco en una sala de la capital (pongamos Madrid, o Miami por caso, ya que todos los medios de prensa están allí), y luego la posterior gira de conciertos, alquilándote, por decir algo, 20 salas en todo el territorio español, abundante cartelería profesional, de esas tamaño paño, que se pegan en las paredes, etc., etc., etc.

Como le dije cierta vez  a otro conocido músico cubano, cuando estuve cantando por allá, en marzo de 2009: “A mí trátame como un par, no me jodás. Yo nunca tuve detrás una compañía multinacional, ni un gobierno, ni un partido político difundiendo mis pedorras canciones. Así que, todo bien, quien disfrutó o disfruta de eso, “¡chapeau”!  Pero no me subestimes. Que es muy fácil hablar por boca de ganso…”

Y eso es lo que pienso de las producciones independientes que yo mismo a veces hago – aunque ya lleve 16 años sin editar un disco “oficial”-: no les veo sentido, ya no me ilusiona, ya no me interesan. Respeto a quien las hace, claro está. Respeto a quien se paga sus pasajes, sus horas de estudio, y se va a grabar a Nashville- caso Quique González, por ejemplo-. Y luego se auto edita, pagándose también la edición de ese disco, que, ahora sí, puede ser “distribuido” vía Pías Spain o quien sea. Que no lo haga yo, no significa que no respete a quien sí lo hace.

Pero no estoy dispuesto a pagar otra vez por grabar un disco, y menos uno mío.

Esto no quiere decir, tampoco, y me gustaría aclararlo, aunque suene redundante, que además de respetarlo, también pueda valorarlo y disfrutarlo, como disfruto ahora mismo del disco de Alejandro (este músico impresionante), mientras escribo estas líneas, o cualquier otro disco de cualquier otro cantautor, o como sea que le definan - algunos muy conocidos-, que a veces con toda amabilidad me regalan sus trabajos.

Los escucho, los disfruto, y me embronco muchas veces: ¡Cuánto talento desperdigado! ¡Cuánta gente apasionada haciendo cosas bellas y disfrutables! Cosas que, indudablemente, hacen la vida de algunas personas más llevadera. Que el mundo es mucho más bonito con canciones. Que sí. Que todo eso es verdad. Que el mundo sería mucho más triste sin bellas canciones.

Es sólo que a mí me duele. Me duele la apatía hacia trabajos talentosos y bellísimos como el disco de Alejandro, como las cosas bellísimas que escuché de “Superávit”, cuando tocaban juntos. Me duele la indiferencia de la gente. La mala leche de algunos. La imbécil posición de otros de decir “¿por qué voy a pagar para verte, si no te conoce nadie…?”

Lo siento, es más fuerte que yo. Con eso no puedo.

Será porque, a 30 años de haber dejado mi casa, mi ciudad, mi familia, mis amigos –como también tuvieron que hacer  Alejandro o Boris, o tantos otros-, aún sigo intentándolo, y tratando de malvivir de la música, aunque muchas veces no tenga ni para pagar el alquiler.

Pero es la vida que elegí, no voy a quejarme a estas alturas.

Consejo final: cuando tengan la posibilidad de ver en directo a una Yusa, a un Alejandro Frómeta, a un Boris Larramendi, a un Vanito Brown, a un Gerardo Pablo, a un Alejandro Santiago, a un Jorge Schellemberg, a un Rafael Amor, a tantos otros, dadle la oportunidad: paguen una entrada y siéntense a escucharlos. No se van a arrepentir.

© Mario Ojeda, Granada, febrero de 2013

15 comentarios

raúlciro -

Joaquín Borges Triana= http://www.juventudrebelde.cu/columnas/los-que-sonamos/2013-03-13/por-favor-hay-que-hacer-silencio-/

Mario Ojeda -

¡que bueno, che!! encontrarse en un punto, auqnue sea el ciebrespacio! y poder opinar!! creo Raúl que nos debemos un encuentr con toda esta gente!! Porque poder hacer lo que a uno le gusta, poder malvivir de eso, "que bien o mal uno se mantiene", aunque a veces tenga que hacer otras cosas, también es parte del juego de vivir!! y si, quien te dice Raúl, amigos, quizás este año me plantee otra vez grabar un disco, entre los huecos "sabineros" que me queden, aunque sea solo pa molestar!! ja,ja... que de eso también va el juego! salud!! Mario

raúlciro -

El segundo apellido de la Su, mi Susi- Rufita, es Martín. Popy, gracias por el detallazo de dejar tu opinión sincera aquí y haber escuchado la música de Ale, gracias. ¿Sabes qué encontré hoy por ahí…? Pues el “Are You Experience” Gema- Polydor. 184 085. Cuando lo vi pensé en Alejandro Moréu, en la Cristinilla… Dios, cómo suena eso. Ojalá podamos algún día echar un rato y escuchar temazos, ese MAL 2835 ("Porqué esperar al fin de semana"). Muchas gracias; no imaginas lo que significa para mí (para todos nosotros) que te pasaras por aquí. Otro abrazo.

Alfonso Gonzalez -

Un disco sincero y calido con el inconfundible estilo vocal cubano. Un nuevo descubrimiento. Salud y suerte Alejandro

raúlciro (siempre) -

No sé..., me siento como el comandante que (según creo haber leído) pulsó el botón rojo ante al soldado ruso de guardia desconcertado y derribó el U2… Ahora creo, que no debí haber borrado aquella “verraquera mía”, pero bueno, ya eso no tiene solución, y en otra gran medida sí… Dios, Ariel, gracias, gracias. Hará hace un rato intentaba dejar un comentario en la reseña de “La Cibertimba y el B…” que han hecho en Diario de Cuba, pero mira, parece que me excedí y el sistema no aceptó tal cantidad de palabras; además, curiosamente al insistir, pues el código de confirmación (esos antirobot…) era el 12+1. Solamente tenía que responder la suma… Nada, por suerte lo tenía guardado en el portapapeles y se lo pegué al blog de Enrisco en un extractado de su nota sobre el nuevo disco del Boris. Pero más curioso todavía fue (dado el vicio mío de apuntalar mi divague con algo…) que buscando un vídeo de la misma serie de Louis C.K (Louie), encontré otro capítulo suyo mejor, que grafica a la perfección mi encrucijada, llegados a este punto (http://youtu.be/yPHEUb-Q-Aw). De todos modos hoy es un gran día; una de esas tardes en las que todo se enfoca, como que se cierra un círculo, sí, otro, y como dices, nunca se sabe, hermano. Muchas gracias por tus palabras. (aunque no me corresponda moderar: ¡a la pilita!

Cubillas -

¿Apatía con el SIÓ?, no creo que sea eso hermanos, ya hemos visto suficiente, el silencio que tan acertadamente ha roto desde aquí Ojeda (GRACIAS), me parece la más clara evidencia de que, otros, no tienen argumentos para valorar un trabajo como ese (hay que tomarse su tiempo o escaquearse). Reitero, dudo muchísimo que pase inadvertido, y ojo, sólo este detalle no lo engrandece en lo artístico, hay más. Ya sé que aquí entran factores como la distancia, el público, el baro y otros desintereses, pero creo, que la autoridad para meterse en las tripas de este disco y obsequiarle halagos o críticas puede tenerla quienes de manera imparcial, como creo que ha hecho Ojeda, asuma que debe investigar, conectar mundos aparentemente distantes y, sobre todo, seguir el hilo de la madeja sin temor a ser un oyente más y aceptar que es posible que Alejandro Frómeta también lo haya tenido en cuenta; después re-desprejuiciarse y volver a empezar. Mi opinión, después de escucharlo un montón de veces porque, además, tuve que desentrañar las voces e intentar interpretarlas en directo, todo un lujo, me mantengo en mis treces, escribir o producir discos como sonatas, una única partitura, eso es un don de unos pocos “antiguos”, y MR FRO se nos está volviendo un clásico: canciones impecables. En el sonido percibo, quizás, las condiciones o medios con los que fue grabado, aquí también lamento el lado débil de las autoproducciones (low cost vs alto nivel técnico y exigencia artística), y la mezcla con toda esa materia prima. Este disco parece “un libro salvado del mar” y así quedará, o ¿quién sabe? Para siempre. Excelentes las colaboraciones de Raúl, Boris y Pavel. Salud y seamos también prudentes con el silencio, que ya sabemos que en esta escuela siempre intentan anular al calladito… ¿experiencia propia? Abrazos.

raúlciro -

Eso, Mario, pero yo creo que no va a ser tan fácil; todavía no se cierra el tema. Aquí en Diario de Cuba (http://www.diariodecuba.com/cultura/1362469093_782.html ) hay más tela y, de eso se trata, de que cada quien la corte como considere…, sí.

Mario Ojeda -

Grcias por estar x acá!! Ahora nos debemos el encuentro!! y no desesperes, Mandu!! quizás nos aprezcamos x ahi!! tiene razón Raúl, que a veces me encierro en mis grabaciones hogareños y ni siquiera tengo tiempo para comentar o revisar este blog, u otros que tengo por ahi. Me sigue gustando la música,a pesar de todo. es solo que me jode, realmente me jode, que tipo con verdadero talento, y mas cuidadosos y mas certeros y finos que yo, no pudan vivir de su arte. Por eso, quizás, y solo x eso, a veces mi escepticismo... pero bueh: en el fondo, y lo digo siempre:no soy un optimista. Sólo soy un pesimista resignado!! por eso sigo haciendo cosas también!! Asi que, seguiremos remando, que de eso se trata!! Y, por cierto, el sábado 23 andaremos x Madrid con Los sabienros, Sala Hebe, en Vallekas, a ver si nos cruzamos por ahi, ante so despue,s birras mediante, con el Boris y el Ale (el artículo antes del nombre propio, ya saben, está totalmente aceptado en Latinoamérica, asi en el Chaco como en Ecuador!! Que Alberto Caleris, otro amigo trovador que vive en Quito, siempre me habla de la Luna y la María!!!) abrazo a tutti. Y grcias otra vez, por opinar y compartir. Mario.

raúlciro (más de un folio) -

Qué bien, gracias (siento estar ejerciendo de “moderador intruso”, pero parece que Mario está en modo acelerado subrepticio, produciendo su obra maestra hogareña; por eso dejó esa cortina de humo un poco pa despistar…) Yo, estoy en gran medida con lo que dice el Boris y también con el comentario del Humbe, pero otro tanto con lo que me comentó en privado el Dioni (mi amigo y hermano del Gran Cochy) Y ni siquiera por encima de todo ello, más bien orbitando…; creo que lo más importante es que cada cual, siempre que quiera, pueda opinar sobre ello. Aunque lo más interesante es que no sólo abunden las opiniones halagüeñas. Todas, desde el respeto y el cariñó siempre, si es que caben, claro; que creo es el caso, ¿no?
A ver, mojándome… (y me reitero, parece) Las veces que he escuchado este disco (distanciándome de todo y siendo objetivo) hay algo en él que me deprime. No sé (y quisiera poder tener herramientas para explicarme mejor) me parece que está sobreproducido, a veces muy en exceso (aunque Angelito, Dr From, el hermano de Frómeta opine que la producción es eso… y que se hace, o no, bien) y que alude a temas, tal vez muy afines, de los que estoy saturado (o puede que sea sencillamente mi percepción de ellos y su tratamiento) Por ejemplo ( y perdonen el uso continuado) cuando escuché el primer tema del nuevo trabajo del Boris, tuve una impresión que compartí con él rápidamente sin prejuicios. Y aun sin haber escuchado todo este trabajo en su totalidad (es cierto que está disponible su escucha gratis), cosa que por otro lado me genera distanciamiento (puede que por una mezcla de resentimiento- admiración y envidia… No sé, impotencia), pero por otro lado puedo afirmar que la segunda vez que escuché un tema relativo, en la señal de emisión de “El Radioscopio” (Radio Andalucía Información. http://www.ivoox.com/podcast-radioscopio_sq_f128060_p1_1.html Sí, está bien escrito; todo un lujo de plataforma: hay mucho más Emilio y Susana de la que crees: Ciencia), como ya dije arriba, el corte “La peste”; sin darle mucha vuelta, sólo al escuchar el tan familiar riff de guitarras y las típicas soluciones crónicas- choteo comparseras (¿?) certerísimas de cada línea de texto- autor, el neomozambique… Nada, sentí otra vez el golpe fresco en todo mi rostro, y eso es más fuerte que cualquier argumento académico, creo. Aunque también es cierto, no he escuchado (por ahora no quiero) escuchar más de ese trabajo; ya lo entendí todo y creo además que su portador ya está “colocado” en un espacio de recepción poderoso (eso que llaman ahora blando…) Ahora, el problema para mí, el reto está en ser conscientes de que hay que construir una plataforma y más tarde saber mantenerla más allá de los intereses individuales y por el bien de ellos… Bueno… ¿quién sigue?

humberto -

grabar un disco (como escribir, filmar o pintar, etc) es un modo de dejar testimonio. de llegar un poco más lejos que el simple alcance de un brazo. creo que es una bendición que Ale se haya decidido a juntar esos temas, meterlos en un disco y hacerlo de esa manera tan amorosa por los detalles, respetándose y respetando a quienes les obsequia su música. tampoco he podido dedicarle las escuchas suficientes como para hacerme una idea concreta de ese trabajo: en estos días Ian Elmer acapara mi atención de forma obsesiva. pero sigo escuchando buenas canciones de Ale, sigo creyendo en él como creador, amigo y persona, y sigo dando gracias porque existan este y otros discos que me den la posibilidad de recuperar a los amigos y estar con ellos "en la distancia". gracias, Fro, por el disco, gracias Mario por permitirnos expresar por aquí, gracias Raúl por el link. cuando ya he renunciado - por improbables, no imposibles - a los reencuentros físicos en esta vida, todavía oir a quienes aprecio me da ganas de creer que sí, que estaremos otra vez en algún sitio, vejetes quizás, oyendo esas canciones y diciendo que valió la pena que Ale las metiera en un CD, en MP3 o en lo que sea, y las pasara ... existe la música, y existe el marketing: Ale tiene bien claro lo que le interesa.

raúl ciro (federico vaz gómez) -

Sió, Guarden silencio
En Cuba sió es la onomatopeya con la que se manda callar. Y puede ser una perfecta metáfora de la larga y dificultosa gestación de este álbum (http://sum.podbean.com/mf/web/t2znb/SioL.mp3). Sió es ordenar a los charlatanes que tengan la boca cerrada un buen rato, es poner sordina al ruido de fondo, levantar la cabeza del alud de información que intenta sepultarnos. Alejandro pidió silencio para concentrarse; silenció una vorágine de conciertos mal pagados y mediatizados por escenarios y promotores para centrarse en su trabajo, como guardamos un respetuoso silencio cuando alguien tiene algo importante que contarnos, y él tiene mucho que decir. Temas como “La clave” (http://youtu.be/zaAZJwLN3ZA) o “Revoluciones” lo dejan claro.

Aunque Frómeta se sabe en posesión de la inmensa herencia que es la canción cubana, superó con naturalidad las limitaciones de un cantautor para erigirse en un músico en su más amplio sentido, intérprete y compositor que mima hasta el menor detalle la instrumentación, las voces -en "Sió" le acompaña quien fue compañero en "Superávit" Raúl Ciro -y las armonías. Es una música que no se puede comprimir en muros formales y selecciona sus influencias y sus objetivos. Pero es música de un tiempo y un lugar, o varios. No permanece ajena a cuanto la rodea. En parte como aquel "Dedicated follower of fashion" de Ray Davies (http://youtu.be/tqXrAHuLksU), Frómeta es un entregado seguidor de la vida abriéndose un hueco en nuestros corazones.
.Federico Vaz Gómez sobre “Sió”, nuevo álbum de Alejandro Frómeta.
Granada. España. 25.02.2013.

Boris Larramendi -

Qué decir..Del disco de Frómeta,excelente,vanguardista,cubano,en fin...Y en mi caso,y me imagino que el de él también,hago discos porque me lo paso requetebien haciéndolos,no hay mejor terapia para mí,eso y tocar en directo,claro..Si además después le gusta a la gente que por azar o por interés lo escucha,pues me vuelvo a sentir requetebien...Y en el caso de este último disco,hasta algo de dinero le he sacado,y con los que vaya vendiendo de concierto en concierto,algo más sacaré y alguna factura pagaré...Por lo demás,me pasa exactamente igual que a Mario cuando escucho discos como el de Frómeta, me jode el desinterés y la apatía de estos tiempos que nos han tocado vivir ,además de que en nuestro caso el exilio es un handicap añadido,el público al que es más probable que le interese de entrada este tipo de trabajo lo tenemos a un océano de distancia,yo estoy mandando copias gratis del mío para allá.conservo amigos en emisoras e incluso en la tele,algunas canciones siempre me promoverán,y hay gente que se copiará el disco en incluso quizá lo conservará como algo muy especial,me ha pasado con los de habana Abierta y con los míos...No sé,mis expectativas a estas alturas ya sólo son esas y me alegro cantidad con cada cosita,con cada detalle lindo como ésta reseña de Mario...

raúl ciro (¿yo? -

Mario, Ale, hermanos míos, un abrazo (dos). He estado escuchando Radio 3 hoy y he capturado esta curiosa parrafada (http://sum.podbean.com/mf/web/6vjp8x/parasitosS21R3.mp3) que dejo aquí siempre soñando con un foro, un espacio donde la gente no intente vender nada, sólo si es posible compartir opiniones y datos que ayuden a mejorar nuestra gestión y metas personales, sí. Siendo objetivo, el otro día escuché en señal de emisión un tema del disco nuevo del Boris, “La peste”, creo y bueno, lo que pueda decir está de más, pero me sigo reafirmando en que es algo que está “a años luz” de todo o casi todo lo que se hace por aquí, allá, en nuestro entorno. También, es curioso, y no te acomplejes Ale, el pasado miércoles puse en los treinta minutos previos a proyección en la filmoteca el disco “Sió”. Lo reproducía en audio y no mp3 como otros que uso, y por primera vez en años, una señora, sólo una, comentó como a regañadientes que estaba muy alta la música. ¿Curioso, no? Pues ahí, más allá de que estuviese excesivo el volumen, hay algo. Eso creo sí. De todos modos, amigo Mario, ya que no lo pones, dejo aquí otro enlace a la escucha lineal del disco de Frómeta (http://sum.podbean.com/mf/web/t2znb/SioL.mp3 ). Sería genial, cosa que por otro lado, no entiendo mucho (tanta apatía ¿O será que voy a otra frecuencia?), que la gente, los colegas, o quien quiera sumarse opine y diga qué le parece con toda sinceridad. Es importantísimo… Y como hoy estoy denso, pero certero, dejo otra sugerencia. Escuchen este otro audio (http://sum.podbean.com/mf/web/636hn5/BerggruenAvivir.mp3), va de un tema súper interesante, la Gobernanza Inteligente; hasta hay un libro por ahí y ciertas coordenadas útiles. Claro, sin canonizar a nada ni a nadie (muy lejos del dogma), sólo luz, un poco de luz en el camino que nos hace falta. Otro abrazo.

Alejandro -

Gracias Mario por tu apoyo. Algo asi me iba haciendo falta. Imagínate.
Hoy cosas que no se pueden aguantar biológicamente y es por eso que tenía que verme en un disco. Yo estoy de acuerdo con todo lo que dices. Ya alguna vez me han dejado comentarlo en público, el disco habla también de eso. Cada vez estoy mas convencido de la trampa que significa autoeditarse. Me da la impresión de que somos simples usuarios, simples consumidores, de estos nuevos medios, creados para satisfacer el deseo de ser libres (los blogs no escapan de ello). Unos son mas caros que otros. Estamos en la misma jodida situación o peor, pero que vamos a hacerle, casi nadie se salva de la tentación.
Mil gracias, hermano, de verdad.
Ah, se me olvidaba ¡VIVA RAUL!

raúlciro (mokiki) -

Mario, hermano, muchas gracias por dedicarle un tiempo a este trabajo y a su artista- productor, sus ramificaciones. Ya sé que parece siempre raro, un poco ridículo dejar un comentario en algo que te puede relacionar, pero mira, lo vale y realmente me has sorprendido al hacerle un hueco en tu vida, en tu espacio.
No quiero entrar en tu lógica, aunque en cierta medida me siento identificado, sí, pero bueno, aunque no esté muy autorizado, me gustaría leer (igualmente poder opinar aportando datos) muchas veces un análisis más relativo a la música y no a tanto supuesto fatalismo… Yo, honestamente no he podido escuchar tranquilamente este disco de Ale más de tres o cuatro veces (últimamente sólo tolero mis viejas placas adoptadas…) ya que, intentando entender mi psicología, siempre que escucho algo de él, de Frómeta, lo asumo como una especie de comunicado “entre líneas” para mí, como que estoy muy prejuiciado… (“Muerte al hombre blanco…”)En esta ocasión es diferente, ya que por ahí algo pude aportar (gracias a la armonía familiar del tema y otras casualidades, más mi eterno temerario ignorante, atrevido y mulato camuflado). Aunque sí, es cierto que no más empezar, uno se queda boquiabierto, vaya muro de sonido; acojona, todo en él, en su totalidad, está apuntalado de canciones robustas (como sólo Ale sabe construir sin esforzarse tanto) y cada una de ellas está vestida bien, de modo excelente en tal sentido, superlativo. Si hay algo que queda evidente sin tener que escucharlo todo, es que Frómeta es (yo siempre lo tuve muy claro) aparte de un gran compositor, arreglista e intérprete de sus canciones (o de lo que se proponga construir o remodelar), un productor en toda regla, autosuficiente y certero. Pero en este punto, todo ello puede ser en cierto modo un contrasentido si no se tiene una o varias opiniones (oídos) diferentes como agregado útil, sobre todo a la hora de mezclar. Ya sé que no soy nadie para andar opinando sobre estos temas, pero mucha música sí he consumido y a veces también, algún que otro fader muevo bien, si se me da la confianza suficiente y no se me subestima (no digo esto por nada concreto, ni quiero equipararme a él ni a nadie) Lo que me llama la atención de todo esto, un poco para concluir, es que no abunde una crítica musical seria en este entorno, pero bueno, creo también que poco a poco iremos reclamando esa condición como indispensable si queremos colocar nuestros productos en algo más que una estantería mega saturada.
Hará un tiempo, muchos años, leí (porque un amigo me mandó el recorte en una carta o algo así…) una especie de crítica del “lalala” de Spineta- Páez y comentaban en ella la poca aceptación que entonces tuvo ese trabajo en la Argentina. ¿Sabes qué vale el vinilo doble en el mercado de uso…? Pues unos setenta euros o más. Por supuesto que hablamos de un producto de la (que puede ahora muerta en este sentido) “industria argentina”; un lujo por otro lado, para los receptores y emisores. El caso de este disco, “Sió” (o cualquier otro, el último del Boris, “La cibertimba y el b…”, no es el mismo, él (ellos) en sí es (son) signo de lo que por desgracia nos ha tocado vivir, casi siempre, sí (aun contando hoy con tanta tecnología democratizada: el contrasentido en sí…) Pero bien, ya está, me vuelvo a refugiar en mi silencio, he sobrepasado el límite… Muchas gracias, amigo y mucha suerte con lo tuyo, lo que sea te propongas.
http://youtu.be/RBzG0CCAx4U